Le atentamente. Ez. 37, 1-10 La mano de Yavé se posó sobre mí. Yavé me hizo salir por medio de su espíritu. Me depositó en medio de un valle, que estaba lleno de huesos humanos. Me hizo recorrer el valle en todos los sentidos; los huesos esparcidos por el suelo eran muy numerosos, y estaban completamente secos. Entonces me dijo: «¿Hijo de hombre, podrán revivir estos huesos?» Respondí: «Yavé, tú lo sabes.»… read more