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Mateo 8, 5-11: Muchos vendrán de Oriente y de Occidente para el Reino de Dios.

4 de Diciembre 2017     Freddy Araya    

4 de diciembre

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 8, 5-11
Al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, rogándole: “Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente”. Jesús le dijo: “Yo mismo iré a sanarlo”.
Pero el centurión respondió: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: “Ve”, él va, y a otro: “Ven”, él viene; y cuando digo a mi sirviente: “Tienes que hacer esto”, él lo hace”.
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: “Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos”.
Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de hoy nos trae una escena donde no es la religión, ni el deseo de Dios, sino más bien el sufrimiento y la necesidad lo que le impulsan al Centurión buscar a Jesús. Por otro lado Jesús no tiene ideas preconcebidas. No exige nada antes, acoge y escucha la petición del oficial romano. De algún modo el relato es un espejo. Evoca en nosotros las palabras que repetimos durante la Misa antes de comulgar: “Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme”. Ante esta respuesta Jesús queda admirado y elogia la fe del centurión. La fe no consiste en aceptar, repetir y declarar una doctrina, sino en creer y confiar en la persona de Jesús.

Poniéndonos  en el lugar del centurión: ¿cuál es la experiencia personal que me lleva a creer en Jesús?

Categories: Evangelio diario

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