+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Como el Padre me amó, también Yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como Yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Palabra del Señor.
Reflexión
Seguimos en la quinta semana del Tiempo de Pascua y estamos leyendo una sección del Evangelio según San Juan que va desde el capítulo 15, 1 hasta el capítulo 16,4a y que hace referencia a Jesús como la Vid verdadera; en esta sección podemos distinguir dos partes, la primera (Jn 15,1-17) habla de la necesidad de permanecer en Jesús y amarse mutuamente y la segunda (Jn 15,18-16,4a) refiere el odio que los discípulos (as) deben esperar del mundo; la primera parte alude a posibles divisiones dentro de la misma comunidad cristiana y la segunda refiere a la persecución alentada por los judíos; estamos en la primera parte, en la cual Jesús aclara que para enfrentar los peligros de la división y la persecución la comunidad debe robustecerse con el amor, ya que los discípulos y discípulas son amados por el Padre y por el Hijo y ellos deben permanecer en ese y amor y aprender a amarse mutuamente al modo de Jesús. La clave y fundamento del amor mutuo está en el hecho de que tanto Jesús como los discípulos (as) cumplen los mandamientos del Padre y permanecen en su Amor. Terminando el texto de hoy aparece la idea del gozo el versículo once (cabe recordar que ya antes la habíamos leído en Jn 14,28); al respecto dice San Agustín: “Su gozo en nosotros es la gracia que nos ha dado; y esa gracia es nuestro gozo. De esta gracia ya se gozaba Él desde la eternidad, cuando nos escogió antes de la formación del mundo”. La función de la idea de gozo aquí retomada es prepararnos al relato de la muerte de Jesús como la manifestación más elevada de su amor por nosotros.
¿En qué descubro el amor de Dios por mí? ¿Cumplo los mandamientos y permanezco en el amor del Señor? ¿Cómo describo mi vivencia del gozo del Señor en mí?