+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
Jesús exclamó:
«El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió. Y el que me ve, ve al que me envió.
Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas. Al que escucha mis palabras y no las cumple, yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo.
El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día. Porque yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar; y yo sé que su mandato es Vida eterna. Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó.».
Palabra del Señor.
Reflexión
El texto que nos trae la liturgia de hoy está tomado de la primera parte del Evangelio según San Juan conocida como el Libro de los Signos y corresponde a su Conclusión, es un breve discurso de Jesús en el que Él resume todo su ministerio y su mensaje. En primer lugar, el Maestro insiste en su íntima relación con el Padre Celestial que tiene como consecuencia que ver y creer en Jesús es ver y creer en el Padre. En segundo lugar, Jesús habla de su misión entre los hombres que consiste en ofrecer luz a los que creen en Él, pero también advierte que el que escucha sus palabras pero no las cumple lo que hace es rechazarle y, por lo tanto, la misma palabra es la que lo juzga; esta enseñanza de Jesús se inspira en el Deuteronomio, donde Dios indica a Moisés que surgirá un “profeta semejante” a él en el que Dios pondrá su Palabra y que “pedirá cuentas” a quien no escuche las palabras que pronuncie en nombre de Dios (Dt 18,81-19; Dt 31,19.26; Jn 5,45). En tercer lugar, Cristo Jesús insiste con todas sus fuerzas (Jn 12,44: gritando) que Él actúa por mandato del Padre en lo que dice y en lo que hace, este mandato recibido por Jesús afecta a los seres humanos, ya que implica la Vida Eterna para ellos, tal como también les dijo Moisés a los israelitas “…fíjense en las palabras que les he comunicado… por ellas vivirán…” (Dt 32,45-47) Sobre esto dice Teodoro de Mopsuestia: “cuando Él dice ‘este es el propósito de mi venida’, se refiere a la salvación de todos. Vosotros, que no creéis, seréis condenados, pero no por mí, puesto que nada tiene que ver con mi cometido, y yo no pretendo vuestra condenación.”.
¿Creo que ver a Jesús es ver al Padre Dios? ¿Creo que Jesús es el camino de vida eterna? ¿Escucho y cumplo las palabras de Jesús?