Loading

Juan 13, 16-20: El Que Me Recibe, Recibe Al Que Me Envió

12 de Mayo 2022     Freddy Araya    

05-07-2019

0
Compartidos
0

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan

Después de haber lavado los pies a los discípulos, Jesús les dijo:
«Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía. Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.
No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se volvió contra mí.
Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy. Les aseguro que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió.». 

Palabra del Señor.

Reflexión

El Leccionario Ferial de la Misa nos presenta hoy un breve texto del capítulo trece del Evangelio según San Juan, capítulo que es el preámbulo de la narración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo y en el cual se nos narra la “última cena”. Estos versículos, que nos hablan de la relación estrecha entre los discípulos y el Señor, están ubicados entre el lavado de los pies a Pedro y el anuncio de la traición de Judas. Jesús enseña a los suyos que tienen que ser como Él: el servidor como el Señor, el enviado como el que lo envía; así el discípulo será otro Cristo que con su actuar testimoniará la presencia del mismo Jesús, de esta manera las personas descubrirán a Jesús y encontrando a Jesús descubrirán al Padre Dios. La felicidad del discípulo, la felicidad de la discípula consiste en poner en práctica el ejemplo de Jesús, lavar los pies es servir a los demás y servir con alegría. Al respecto dice Cipriano de Cartago: “…los que siguen al Señor deben imitarle en humildad paz y silencio, puesto que el que es inferior será superior, conforme dice el Señor: El inferior de entre vosotros será grande”.  Sólo el testimonio fiel, convincente y alegre de los discípulos y de las discípulas puede mostrar al mundo que, en la persona de Jesús, en su enseñanza, en su cercanía a los pobres, en su misericordia para con los pecadores, en su promesa de felicidad, en su fidelidad a su Padre, en su pasión, en su muerte y en su resurrección está la palabra definitiva de Dios para el mundo.

Ser cristiano significa pertenecer a Cristo, significa ser testigo de Cristo, significa no poder callar el encuentro salvador que he experimentado con el Señor. ¿me descubro servidor (a) del Señor? ¿me siento enviado (a) por Jesús? ¿de qué manera puedo lavar los pies a los demás?

Categories: Evangelio diario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Valoración*