Loading

Lucas 18, 35-43: ¿Qué quieres que haga por ti? Señor, que yo vea otra vez.

18 de Noviembre 2019     Freddy Araya    

27-09-2019

0
Compartidos
0

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

Cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. Le respondieron que pasaba Jesús de Nazaret. El ciego se puso a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!” Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”
“Señor, que yo vea otra vez”.
Y Jesús le dijo: “Recupera la vista, tu fe te ha salvado”. En el mismo momento, el ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al ver esto, todo el pueblo alababa a Dios.

Palabra del Señor.

Reflexionemos

El evangelio de hoy describe la llegada de Jesús a Jericó, donde un ciego y Jesús son los personajes centrales del relato. El primero se muestra excluido, al borde del camino como un mendigo. Su presencia y particularmente su grito, incomodaba a la gente que acompañaba a Jesús. Ellos trataban de acallar el grito, pero él gritaba mucho más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!». Diversas personas y realidades hoy, pueden ser una molestia porque causan disturbios en nuestras confortables vidas. El grito de los pobres, de los jóvenes, de los migrantes, los enfermos, ¡tantos! incomoda y caemos en la misma actitud de los que acompañaban a Jesús, no sea que nos inquiete la realidad o las personas que hemos situado al margen de nuestra vida. Sin embargo, el evangelio nos da esperanza, porque el fuerte grito de aquel ciego, no pudo acallarse, y su pedido de poder ver, resultan un potente clamor de auxilio para quienes hoy en día, muchas veces resultan invisibilizados. Jesús escucha, por lo que el relato une el clamor y la necesidad, con la atención y la respuesta misericordiosa de de Dios con nosotros.

Hoy, Jesús nos pregunta: “¿qué quieres que haga por ti?” Habla con Él hoy y cuéntale de ti, de tus necesidades y anhelos? Oremos hoy pidiendo no caer en esa actitud de acallar el grito de tantos, sino más bien que nos conceda ver y ver la realidad con ojos nuevos?

Categories: Evangelio diario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Valoración*