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Marcos 6, 53-56: Los Que Los Tocaban Quedaban Sanos

5 de Febrero 2024     Freddy Araya    

10-12-2018

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Después de atravesar el lago, Jesús y sus discípulos llegaron a Genesaret y atracaron allí.
Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que Él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban sanos. 

Palabra del Señor.

Reflexión

Entramos en la semana número cinco del Tiempo durante el Año (también llamado Tiempo Ordinario). Seguimos avanzando en la lectura semicontinua del Evangelio según San Marcos y estamos leyendo la primera parte de este libro (Mc 1,1-8,30). Después de la narración de varios milagros realizados por Jesús (Ver Mc 6,34-52), hoy el evangelista compone y nos presenta esta perícopa que es como un breve sumario de la actividad del Señor, Marcos escribe este texto con la intención de recordarnos una característica propia de Jesús y que el evangelista gusta de destacar: “Jesús el Sanador”. La recepción entusiasta del pueblo para con el Señor contrasta con la actitud criticona de sus adversarios que veremos en el capítulo siete (Mc 7,1.5). San Marcos dice que llegaron a Genesaret (en el lado noroccidental del Mar de Galilea), esto es bien lejos de su inicial destino que era Betsaida Julia (en el lado nororiental del mismo Mar), este gran desvío es debido a la acción del fuerte viento que enfrentaron (ver Mc 6,48). Al desembarcar la gente lo reconoce y entusiasmados le llevan todo tipo de enfermos y le ruegan que les deje tocar “tan sólo los flecos de su manto”, esta acción surgió de la anterior curación de la mujer con hemorragias (Mc 5,25-34) y ahora se generaliza para todos los enfermos. Marcos concluye la perícopa afirmando que todos los que tocaban su manto quedaban curados. Es interesante destacar que la palabra griega que Marcos usa (esozonto) significa al mismo tiempo sanados y también salvados, dándole así también un significado más profundo a la sanación física de las personas, son sanadas, pero, sobre todo, también salvadas; esto porque Jesús no es alguien que hace prodigios, no es un curandero, sino que es el Salvador prometido que hace presente el Reino de Dios.

La gente buscaba al Señor con entusiasmo, ¿Busco a Jesús? ¿De qué necesito que Jesús me sane? ¿De qué necesito que Jesús me salve?

Categories: Evangelio diario

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