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Marcos 6, 30-34: Eran Como Ovejas Sin Pastor

3 de Febrero 2024     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Al regresar de su misión, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”. Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. 

Palabra del Señor.

Reflexión

Terminamos hoy la cuarta semana del Tiempo durante el Año, de un total de treinta y cuatro que tiene este Tiempo (“Tempus per annum”), en el que se usa el color verde, y seguimos en la compañía del Evangelio según San Marcos, para más adelante pasar a leer a San Mateo (lunes 10 de junio) y después a San Lucas (lunes 2 de septiembre). Para cerrar esta sección que empezó con el envío de los Doce (Mc 6,7-13) que leímos el jueves recién pasado y siguió con el relato de la muerte de Juan Bautista (Mc 6,14-29) que no hemos leído, San Marcos vuelve a los Doce y nos narra el regreso de su expedición misionera (Mc 6,30-34). En este texto se destaca con fuerza la participación de los discípulos en el ministerio de su Maestro, el entusiasmo de la gente y la compasión de Jesús. Los apóstoles entusiasmados por su misión concluida le cuentan a Jesús todo lo que habían hecho y dicho, compartiendo así el ministerio de su Maestro; compartir la dicha de la misión y del apostolado requiere tiempo de intimidad en la comunidad, por eso Jesús los invita a un lugar desierto, donde descansar, compartir y evaluar, así suben a la barca para ir a ese lugar desierto, llevando alimentos sólo para ellos; la gente entusiasmada los sigue desde todas partes. Entonces el Señor se compadece de la muchedumbre y les enseña por un largo rato. Esta situación de los alimentos más el hecho de que la multitud llegada de todos lados, entusiasmada, se adelantara a ellos por tierra, unida a la compasión de Jesús, nos prepara para el relato siguiente de la primera multiplicación de los panes (Mc 6,34-44).

¿Siento que comparto el ministerio de Jesús? ¿Busco momentos de intimidad con el Señor para conversar a solas con Él? ¿He descubierto la compasión del Señor? ¿Dónde? ¿Cómo?

Categories: Evangelio diario

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