El tiempo de adviento es muy especial, no solo en la Iglesia Católica, sino también en nuestras propias vidas. Pero no es solo un día de preparación, sino que es una espera que se inicia cuatro domingos antes de Navidad, en la cual nos vamos preparando a través de la reflexión, el amor y el perdón frente a nuestro prójimo.
Es por ello, que debemos fortalecer nuestra espera para saber descubrir a Jesús presente en nuestras vidas. Descubrir a Jesús en el otro, en mi hermano, aquel que solicita mi ayuda y que, generalmente, hacemos oídos sordos no prestándoles el auxilio que solicita. Las buenas acciones nos permitirán preparar nuestros corazones, y convertirlo en un corazón sencillo, bueno y generoso, para que se transforme en la casa amable y humana en que Cristo pueda nacer.Casa Juvenil Don Bosco
La Cisterna
¿Estoy dispuesto a convertir mi corazón en ese lugar donde Cristo pueda nacer?
