Cuando Cristóbal Colón cruzó el océano Atlántico en busca de una ruta rápida para llegar a las Indias Occidentales desembarcó en un lugar que le era desconocido. Allí encontró árboles extraordinarios, pájaros y oro. Pero Colón esperaba encontrar otra cosa y no fue así. Prueba de ello es que, a su regreso a España, Colón escribió en su informe oficial que había “hallado muchas islas pobladas por un sinnúmero de personas”. Elogió las riquezas naturales de las islas, pero añadió: “en estas islas no he hallado ningún hombre monstruoso, como muchos pensaban”. Aunque Colón no encontró monstruos, su informe no fue suficiente para erradicar las ideas prejuiciosas del mundo europeo sobre las criaturas que esperaban encontrar en aquellos lugares desconocidos. Quizás sus contemporáneos necesitaban volver al libro del Génesis que nos enseña que Dios creó a todos los seres humanos a su imagen y semejanza.
Renato Reyes
Capilla María Auxiliadora, Parroquia San Juan Bosco, Valparaíso
¿Me relaciono con mi prójimo bajo la conciencia que está creado a imagen y semejanza de Dios? ¿realizo prácticas de discriminación?