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Marcos 2, 18-22: El esposo está con ellos.

21 de Enero 2019     Freddy Araya    

7 de diciembre

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?” Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!”
Palabra del Señor.

Reflexión

El evangelio de hoy nos habla un conflicto sobre el ayuno. El conflicto sobre el ayuno ocupa el lugar central. Por esto, las palabras medio sueltas sobre la tela nueva y el vestido viejo y sobre el vino nuevo en odre nuevo hay que entenderlas como una luz que arroja su claridad también sobre los otros cuatro conflictos, dos antes y dos después. Los fariseos se preguntaban por qué los discípulos de Jesús no se ajustaban al «ritualismo» que daba de alguna manera el signo de autenticidad con respecto al maestro. La respuesta de Jesús es simple: porque en adelante, los seguidores de Cristo, no se distinguirán por sus prácticas religiosas, sino por un estilo de vida centrado en el maestro y dirigido por la fuerza del Espíritu Santo. Con esto, no destruye el odre y el vino del Antiguo Testamento, que es bueno, sino que va más allá: para ser discípulo de Jesús, no basta ayunar y cumplir con las prácticas religiosas (ritualismo), sino dejarse conducir por el poder y el amor del Espíritu. Jesús no niega el valor del ayuno, pero hora no procede porque Dios Padre –el esposo- confirma su compromiso con su pueblo –la esposa-. Jesús, su mensaje y su estilo de vida, es el vino nuevo. Lo antiguo ha terminado, lo nuevo ha llegado.

Sintámonos invitados como Jesús en nuestra libertad para limpiar lo que no está sano en nuestra vida; vivamos la humildad y la confianza de aquel que acude a Jesús para limpiarlo, porque tenemos necesidad de la acción salvadora de Dios. Una bendecida jornada para todos!

Categories: Evangelio diario

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