Por último, quiero para mi patria lo más sagrado que yo pueda decir: que vuelva su mirada hacia el Señor. Un país fraterno sólo es posible cuando se reconoce la paternidad bondadosa de nuestro Dios. He dedicado mi vida a esa tarea: que los hombres y mujeres de mi tierra conozcan al Dios vivo y verdadero, que se dejen amar por Él y que lo amen con todo el corazón. Quiero que… read more