El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes prados me hace recostar, me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. Me guía por caminos de justicia por el amor de su nombre. Aunque pase por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo, tu vara y tu cayado me sosiegan. Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios, me unges la cabeza con perfume, y… read more