+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: “No se inquieten.
Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, ¿les habría dicho a ustedes que voy a prepararles un lugar?
Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde Yo esté, estén también ustedes.
Ya conocen el camino del lugar adonde voy”.
Tomás le dijo: “Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?”
Jesús le respondió:
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Desde hoy hasta el 16 de mayo leeremos el Último Discurso de Jesús que San Juan ubica en la Última Cena y que se inició en Jn 13,31 y habla de la partida del Señor; esta partida y este ambiente de despedida, naturalmente inquieta a los discípulos y provoca angustia en ellos, ya que la muerte es obra del Demonio y el mismo Jesús se sintió “turbado” ante ella. El Mundo hostil a Jesús y su Príncipe el Demonio darán el último golpe a Jesús con su muerte y eso dejará a los discípulos solos frente a la maldad del Mundo y su Príncipe. Jesús exhorta a la confianza y anuncia su partida y su vuelta gloriosa. La primera invitación es a no temer, a no inquietarse, sino que, a creer en Dios y en el mismo Jesús, ya que la fe los discípulos vence al Mundo, porque los une al Señor que ya venció al Mundo, se trata de dar el paso definitivo de la fe en Jesús como el único salvador. Luego usando la concepción popular de la “geografía” del cielo, Jesús insiste en la confianza de que en el cielo Él preparará, a todos sus discípulos, un lugar. Nada han de temer los creyentes, pues el Señor les espera con los brazos abiertos en la gloria celestial. ¿Y cómo llegar hasta allí? Él los llevará; por eso dice que ya conocen el camino (pues lo conocen a Él); la pregunta de Tomás sirve para preparar la inmediata gran revelación del Señor: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Jesús es la fuente de la Vida y de la Verdad, porque es el Hijo encarnado; Él es el Camino, porque viene del Padre y vuelve al Padre. Sólo por Jesús se puede llegar al Padre Dios.
¿Qué es la Muerte para mí? ¿Creo que, gracias a Jesús, puedo vencer a la Muerte? ¿Confío en que el Señor Jesús me llevará al Cielo a vivir con Él?