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Mateo 11, 28-30: Soy Paciente Y Humilde De Corazón

13 de Diciembre 2023     Freddy Araya    

20-10-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

Jesús tomó la palabra y dijo:
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.

Palabra del Señor.

Reflexión

Seguimos avanzando en la segunda semana del Tiempo de Adviento. En el día de hoy el Calendario Litúrgico nos trae un texto tomado del Evangelio según San Mateo. Los tres versículos que leemos hoy están en el contexto de rechazo e incredulidad para con Jesús. A partir de una pregunta de los enviados de Juan Bautista (Mt 11,2-3) Jesús reflexiona sobre como los judíos han rechazado no sólo a Juan sino también a Él (Mt 11,16-19) y además se lamenta por las ciudades impenitentes que no han acogido su enseñanza (Mt 11,20-24); en este contexto de rechazo el Maestro de Nazaret destaca que sólo los pequeños son capaces de acoger la revelación del Padre Celeste en las acciones y palabras de Jesús, por este motivo el Señor da gracias al Padre en los versículos inmediatamente anteriores a los que leemos hoy (Mt 11,25-27). Las palabras que usa el Señor, a continuación, son parecidas a las que usa el libro Eclesiástico, del Antiguo Testamento, para hacer la invitación a hacerse discípulos de la sabiduría: “vengan a mí”, “tomen mi yugo”, “encontrarán descanso” (Eclo 6,24-25.28; 24,19: 51,26). En los tiempos de Jesús los fariseos hablaban de tomar el yugo de la Ley para referirse al hecho de tomar la Ley como norma de vida; pero, en realidad, el yugo de la Ley se había convertido en una carga pesadísima para el pueblo, siendo así un yugo pesadísimo de llevar, impidiendo el encuentro con Dios y la salvación. Jesús por el contrario ofrece un yugo suave y llevadero, sintonizando así con los pequeños, humildes y sencillos, ofreciéndoles un mensaje de alegría, salvación y liberación. Así, como dice Isaías “los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas… corren sin cansarse, marchan sin fatigarse” (Is 40,31).

¿Mi relación con el Señor es liberadora o es un yugo que cargo? Jesús es el Profeta de la Alegría ¿Soy alegre? ¿Qué hago yo por los pequeños, humildes y sencillos?

Categories: Evangelio diario

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