En el Antiguo Testamento se usa el término “rehamim”, aplicado a Dios. Término que se refiere a las entrañas maternas y evoca la emoción visceral que experimenta la madre para con sus hijos. Dios es padre y madre a la vez, en el sentido de que nos ama con la exigencia de un padre y la ternura de una madre. María es la manifestación más clara de la ternura de Dios. En Chile, la devoción a María es una de las notas más características de la religiosidad del pueblo sencillo. Nuestro pueblo sabe que María manifiesta hondamente “el rostro materno de Dios”.
César González
Colaborador EIPJ
¿Qué expresión de religiosidad sencilla tienes incorporada en tu vida de fe?