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Mateo 11, 28-30: Soy Paciente Y Humilde De Corazón

7 de Diciembre 2022     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

Jesús tomó la palabra y dijo:
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.

Palabra del Señor.

Reflexión

Seguimos avanzando en la segunda semana del Tiempo de Adviento. En el día de hoy el Calendario litúrgico nos trae un texto tomado del Evangelio según San Mateo. Los tres versículos que leemos hoy están en el contexto de rechazo e incredulidad para con la persona de Jesús, contexto en el cual sólo los pequeños son capaces de acoger la revelación del Padre Celeste en las acciones y palabras de Jesús, por eso el Maestro da gracias al Padre en los versículos inmediatamente anteriores a los que leemos hoy. Las palabras que usa el Señor para convocar a sus discípulos son parecidas a las que usa el libro Eclesiástico para hacer la invitación a hacerse discípulos de la sabiduría: “vengan a mí”, “tomen mi yugo”, “encontrarán descanso” (ver Eclo 6,24-25.28; 24,19; 51,26). En los tiempos de Jesús los fariseos hablaban de tomar el yugo de la Ley para referirse al hecho de tomar la Ley como norma de vida; pero, en realidad, el yugo de la Ley se había convertido en una carga pesadísima para el pueblo, siendo así un yugo pesadísimo de llevar, impidiendo el encuentro con Dios y la salvación. Jesús por el contrario ofrece un yugo suave y llevadero, sintonizando así con los pequeños, humildes y sencillos, ofreciéndoles un mensaje de alegría, salvación y liberación. Comenta un autor anónimo del siglo V: «el peso de Cristo ayuda al que lo carga, porque no somos nosotros los que llevamos la gracia, sino que es la gracia la que nos lleva. No estamos nosotros para auxiliar la gracia, sino que la gracia se nos da para nuestro auxilio». Así, como dice Isaías “los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas… corren sin cansarse, marchan sin fatigarse” (Is 40,31).

¿Mi relación con el Señor es liberadora o es un yugo que cargo? Jesús es el Profeta de la Alegría ¿Soy alegre? ¿Qué hago yo por los pequeños, humildes y sencillos?

Categories: Evangelio diario

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