Un joven soñó que entraba en un comercio. El dependiente era un ángel.
– ¿Qué es lo que se vende aquí? – preguntó el joven.
– Todo lo que desees – respondió el ángel.
– Quiero el fin de todas las guerras del mundo, más justicia para los explotados, tolerancia y generosidad para los extranjeros, trabajo para los parados y…
– Lo siento – le interrumpió el ángel -. Usted no me ha entendido. Aquí no vendemos frutos, sino sólo semillas.
¿Cuáles son las semillas para conseguir los frutos que quería el joven?