+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Al regresar los setenta y dos discípulos de su misión, Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo:
“Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”.
Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos:
“¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”.
Palabra del Señor.
Reflexión
De acuerdo con su Calendario litúrgico propio, hoy la Familia Salesiana celebra la fiesta de Santa María Mazzarello; recordemos que Don Bosco y Madre Mazzarello fundaron el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Por tener categoría de Fiesta el evangelio de hoy corresponde a la misa de Madre Mazzarello y está tomado de San Lucas, el cual empieza el pasaje trayéndonos un himno de alabanza que resalta la función del Mesías en favor de los pobres, la alegría que trae Jesús y la acción poderosa del Espíritu Santo, todo esto en boca de Jesús, así justamente, Jesús continúa diciendo los dichosos que deben ser sus discípulos por ver lo que muchos reyes y profetas no pudieron ver: el cumplimiento de las promesas de Dios en favor de su pueblo, especialmente los más humildes. Entonces, un maestro de la Ley pregunta a Jesús: ¿qué tengo que hacer para alcanzar la vida eterna?; esta pregunta sirve a Jesús para enseñar a sus discípulos en qué consiste el discipulado, no consiste en ser instruido o especialista en la Escritura (como el maestro de la ley) sino que consiste en ser humildes, sabios y prudentes (como Madre Mazzarello) y descubrir que el amor a Dios siempre debe ir acompañado del amor al prójimo como lo ejemplificará el Señor, magistralmente, con la parábola del Buen Samaritano que sigue después de este texto. Respecto a esto dice Efrén de Nisibi: “Toda la enseñanza del Señor se sostiene, como con dos alas, mediante los dos preceptos: con el amor a Dios y con el amor hacia los hombres”. Este es el camino que lleva a la verdadera felicidad, este es el camino que lleva a la Vida Eterna.
En este día me pregunto ¿Conozco la vida de Madre Mazzarello? ¿Qué puedo aprender de Madre María Mazzarello para amar a Dios y al prójimo como dice Jesús?