Cada 06 de mayo, la Familia Salesiana celebra la fiesta de Domingo Savio, uno de los Santos más jóvenes de la Iglesia Católica. Previo a su fiesta, vamos a ir compartiendo algunos aspectos de su Vida. “Domingo va a la escuela de la aldea. Sueña con ir a la de la villa vecina. Pero hay que hacer una gran caminata, porque la villa está a cuatro kilómetros de distancia. Y cuando sopla el fuerte viento, o cae la nieve, o quema el sol o llueve a torrentes. Pero insiste; y tenemos a este pequeño estudiante recorriendo casi dieciséis kilómetros diarios entre idas y vueltas. Vaya madera la de aquel chico de diez años. Un día lo vio un campesino y le preguntó, ¿no tienes miedo de andar por estos caminos tan solo? No voy solo, voy con mi Ángel de la Guarda. Pero ¿tienes que cansarte mucho? Uno no se cansa cuando tiene un amigo como Dios, que paga un vaso de agua dado por su Amor”.
Reflexión
A imitación de Don Bosco, Domingo no se perdía en sueños inalcanzables o irrealizables, ni en cosas imposibles. La clave estaba en el aquí y ahora. La realización ideal de las cosas en cada momento. El cumplimiento del deber y de las tareas que tenía encomendadas de la mejor manera posible es la forma concreta de los ideales de Domingo Savio. Hacer cada día mi obligación de la mejor manera que uno pueda.
