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Marcos 16, 1-8: Jesús De Nazaret, El Crucificado, Ha Resucitado

30 de Marzo 2024     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 16, 1-8

Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro.

Y decían entre ellas: “¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?” Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra muy grande.

Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: “No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que Él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como Él se lo había dicho”.

Ellas salieron corriendo del sepulcro, porque estaban temblando y fuera de sí. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.

Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy celebramos el Sábado Santo, el día del reposo del Señor muerto y sepultado, el día del descenso del Señor a los infiernos para proclamar allí el Evangelio (1 Pe 3,19) y rescatar a todos los que estaban sometidos al poder de la muerte. Es el día que nos invita a meditar en la muerte de Jesús y en su significado salvífico en favor nuestro. Este es el segundo día del año que es alitúrgico, además de ayer Viernes Santo, en el cual no se celebra la Santa Misa y, en el caso de hoy, tampoco se comulga, es un día para rezar personal o comunitariamente, para hacer silencio, para hacer un retiro espiritual. Al caer la noche empieza el Domingo de Resurrección (según la forma de contar los días que tenían judíos) y empieza con la celebración de la Solemne Vigilia Pascual que tiene cuatro momentos o partes: la primera es la Liturgia de la luz, o Lucernario, en la que se enciende el Cirio Pascual desde un fuego nuevo, la segunda es la Liturgia de la Palabra en la que se leen nueve lecturas, siendo la central el Evangelio según San Marcos quien nos presenta el relato de la tumba abierta y vacía (el Amor de Jesús es más fuerte que el poder de la Muerte) y el anuncio a las santas mujeres de que Jesús ha resucitado (hecho por el ángel joven y de blanco que representa la vida en toda su plenitud), la tercera parte es la Liturgia Bautismal en la que se puede bautizar a los “catecúmenos” y en la que todos renovamos nuestras promesas bautismales, la cuarta y última parte es la Liturgia Eucarística (o Misa) en la que comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Jesús, Cuerpo entregado y Sangre derramada por nosotros.

Mirando y acogiendo el mensaje de esperanza del Evangelio ¿Acepto regresar, también yo, junto con las mujeres? Es decir, ¿de hacer un camino de conversión, de cambio? ¿Cómo santifico este Sábado Santo? ¿Cómo puedo agradecer al Señor su inmenso e inmerecido amor por mí y por todos? ¿Me he dado tiempo, en estos días, para orar en forma personal y silenciosa?

Categories: Evangelio diario

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