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Marcos 1, 6b-11: Tú Eres Mi Hijo Muy Querido, En Ti Tengo Puesta Toda Mi Predilección

6 de Enero 2024     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Juan Bautista predicaba, diciendo: “Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero Él los bautizará con el Espíritu Santo”.

En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre Él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: “Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección”.

Palabra del Señor.

 

Reflexión

Estamos en los últimos días del Tiempo de Navidad, los cuales giran en torno a la Fiesta de la Epifanía o Manifestación del Señor que celebraremos mañana Domingo 7 de enero. Por este motivo las lecturas evangélicas de estos días están relacionadas por el tema de la “epifanía” del Señor, a saber, hoy leemos, en la versión del Evangelio según San Marcos, su manifestación en el bautismo recibido de Juan, mañana Domingo su manifestación a los Magos de Oriente que lo visitan en Belén, de acuerdo con el Evangelio según San Mateo y el lunes nuevamente su manifestación en su bautismo y nuevamente en la versión de San Marcos, terminando con esa Fiesta el Tiempo de Navidad. Los versículos que leemos hoy nos presentan a Juan Bautista haciendo la última y definitiva llamada de Dios al pueblo de Israel (y a todas las naciones) para que vuelva su corazón a Dios y acoja la salvación que ya trae el Mesías. El carácter decisivo de la llamada a la conversión se refleja por el lugar en que se hace, el desierto, donde Israel fue puesto a prueba y purificado, por la forma de vestir y el estilo de vida de Juan, que reflejan la austeridad esperada y su semejanza con el profeta Elías quien debía volver en el comienzo de la era mesiánica (Mal 3,1.23.24). En efecto el Bautista presenta a Jesús con las prerrogativas características del Mesías esperado según lo describen todos los profetas: la fortaleza (“es más fuerte que yo”) y el don del Espíritu (“bautizará con el Espíritu Santo”), ver por ejemplo Is 9,6; 11,2. La proclamación de Juan queda confirmada y cumplida con el bautismo de Jesús narrado a continuación, con él se rompe el muro de separación entre los humanos pecadores y Dios, ¡tenemos un Salvador!

 

¿De qué manera me toca la llamada de Juan Bautista? ¿Soy consciente de que estamos viviendo la era mesiánica? ¿Abro mi mente y mi corazón a las propuestas del Espíritu Santo para mi vida?

Categories: Evangelio diario

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