+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Cuando Jesús llegó a Nazaret, dijo a la multitud en la sinagoga: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón.
También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Elíseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio”.
Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.
Palabra del Señor.
Reflexión
Ayer Domingo hemos iniciado la tercera semana del Tiempo de Cuaresma, período litúrgico que nos ayuda a prepararnos para la celebración del Misterio Pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. En el día de hoy el Evangelio según San Lucas nos trae un breve texto que es la segunda parte del relato de la visita de Jesús a su aldea natal de Nazaret en Galilea (Lc 4,16-30), visita que termina en un “fracaso” debido a la testarudez y dureza de corazón de sus compatriotas. El Señor hace referencia a la situación, muchas veces repetida, del profeta rechazado y para ello se apoya en las historias de Elías y Eliseo dos grandes profetas del Antiguo Testamento (Maestro y discípulo) que también sufrieron rechazo; debido a esa situación de rechazo por parte de los israelitas, ellos se dirigieron a anunciar y mostrar la misericordia de Dios a los paganos (=los no judíos), en este caso concreto la viuda de Sarepta (Sidón) y el general Naamán (Siria), estas dos personas son la prueba de que el amor de Dios no tiene barreras de ningún tipo. El Maestro nazareno les advierte a los judíos que si ellos persisten en rechazarlo su misión se va a extender a todos los rincones del mundo y ellos quedarán fuera. Los asistentes de la sinagoga al comprender el mensaje se enfurecen y atacan a Jesús para matarlo despeñándolo desde un lugar alto. Pero San Lucas nos dice que, simplemente Jesús pasó entre ellos y siguió su camino, de esta manera el evangelista indica que nada se puede interponer en el camino y en la misión del Señor, anunciando así, incluso su triunfo sobre la muerte en su Pascua.
¿Escucho y acepto el mensaje de Jesús? ¿Conozco las historias de Elías y Eliseo? ¿De qué manera me preparo para la Pascua del Señor?