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Marcos 6, 53-56: Los Que Los Tocaban Quedaban Sanos

6 de Febrero 2023     Freddy Araya    

10-12-2018

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Después de atravesar el lago, Jesús y sus discípulos llegaron a Genesaret y atracaron allí.
Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que Él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban sanos. 

Palabra del Señor.

Reflexión

Entramos en la semana número cinco del Tiempo durante el Año (antes llamado Tiempo Ordinario). Hoy San Marcos compone y nos presenta esta perícopa, después de varios milagros realizados, con la intención de recordarnos una característica propia de Jesús y que el evangelista gusta de destacar: “Jesús el Sanador”. La recepción entusiasta del pueblo para con el Señor contrasta con la actitud criticona de sus adversarios que veremos en el capítulo siete. Marcos dice que llegaron a Genesaret (lado noroccidental del Mar de Galilea), bien lejos de su inicial destino que era Betsaida Julia (lado nororiental del mismo Mar), este gran desvío es debido a la acción del fuerte viento que enfrentaron (ver Mc 6,48). Al desembarcar la gente lo reconoce y entusiasmados le llevan todo tipo de enfermos y le ruegan que les deje tocar “tan sólo los flecos de su manto”, esta acción surgió de la anterior curación de la mujer con hemorragias (Mc 5,25-34) y ahora se generaliza para todos los enfermos; recordemos que la hemorroísa «clamó al Señor cuando estaba atribulada. El tacto del vestido del Señor fue el clamor de una persona fiel» (dice San Jerónimo). San Marcos concluye la perícopa afirmando que todos los que tocaban su manto quedaban curados. Es interesante destacar que la palabra griega que Marcos usa (esozonto) significa al mismo tiempo sanados y también salvados, dándole así también un significado más profundo a la sanación física de las personas, son sanadas, pero también salvadas; así lo comenta Pedro Crisólogo también a propósito de la hemorroísa: «se acercaría al médico por el corazón: tocaría tan sólo el vestido con la mano de la fe… [y eso] le conseguiría no sólo el perdón sino también la curación».

La gente buscaba al Señor con entusiasmo, ¿Busco a Jesús? ¿De qué necesito que Jesús me sane? ¿De qué necesito que Jesús me salve?

Categories: Evangelio diario

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