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Marcos 4, 21-25: La Medida Con Que Midan Se Usará Para Ustedes

26 de Enero 2023     Freddy Araya    

17-11-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Jesús decía a la multitud:
“¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!”
Y les decía: “¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene”.

Palabra del Señor.

Reflexión

En el versículo 1 del capítulo 4 del Evangelio según San Marcos Jesús inicia el Discurso en Parábolas. Este discurso se inicia con la “Parábola del sembrador” (Mc 4,1-9) y su consiguiente explicación (Mc 4,14-20) y continúa hoy con las parábolas de la lámpara y de la medida. Con la Parábola de la lámpara, Jesús se traslada del campo a la vida cotidiana de una casa con la imagen de la luz. La luz en la Biblia siempre ha tenido mucha importancia desde el mismo comienzo del Génesis: “Hágase la luz” (Gn 1,3). La luz representa a Dios, la luz representa el camino correcto, la luz, al igual que la semilla es la Palabra de Dios. «Lo que hace que nosotros seamos luz es el bien que hay en nosotros» (Tertuliano). Si la semilla la llevaba el sembrador, la luz la lleva la Madre, la dueña de casa, la cual, cada atardecer, enciende la lámpara de aceite recitando una bendición y llevando luz dentro de la habitación. La lámpara se enciende para ponerla en el candelero y no para ponerla debajo del celemín (cajón para medir cereales) o de la cama; Jesús está diciendo que la luz, o sea su palabra, triunfará. La Parábola de la medida parte del celemín o tiesto para medir y nos habla de cómo se mide el actuar del hombre. Medir indica constatar hasta qué punto el hombre realiza lo que Dios espera de él: darse sin medida. Si damos a los demás una pequeña medida de lo que sea, Dios nos dará lo mismo al llegar el juicio definitivo; y si damos con sobreabundancia a los demás, Dios nos tratará con la misma misericordia. Hay que imitar a Dios que se da todo para nosotros. «Si das al hermano, das a Cristo» (San Agustín).

¿Soy luz para los demás? ¿Con qué medida mido a los demás? ¿Soy capaz de darme a los demás como lo hace el Señor? 

Categories: Evangelio diario

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