Loading

Marcos 2, 23-28: El Sábado Ha Sido Hecho Para El Hombre Y No El Hombre Para El Sábado

18 de Enero 2022     Freddy Araya    

03-06-2019

0
Compartidos
0

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?” Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!”. 

Palabra del Señor.

Reflexión

San Marcos avanza en presentarnos la revelación de la autoridad de Jesús y la ceguera de los dirigentes judíos; del banquete con los pecadores pasamos a tema del ayuno y de éste, al tema del hambre y del trabajo en sábado que constituye la cuarta controversia en la cual los oponentes de Jesús son los fariseos. Para calmar el hambre los discípulos de Jesús cortan espigas al cruzar los sembrados, esta situación estaba expresamente aceptada en la Sagrada Escritura para cualquier día de la semana, menos para el sábado (Ver Dt 23,26; Ex 34,21). Los fariseos critican, nuevamente, a Jesús porque permite y tolera más de lo que la tradición concedía, como si menospreciara el sábado. Pero el Maestro Nazareno se defiende y defiende a sus discípulos (as) a través de una comparación con un texto del AT y mediante una afirmación directa de Él sobre el valor del sábado. Primero, usando un argumento de la Escritura (Ver 1 Sm 21,1-7), les hace ver a los fariseos que el Rey David, ferviente devoto del Señor se saltó una norma sagrada debido al hambre de él y sus hombres. Segundo, el Señor proclama su autoridad cristológica enseñando que el sábado fue hecho para el bien del hombre y que Él como Cristo es Señor del Sábado. Jesús libera la Ley de sobrecargas sofocantes, devolviéndola a su origen en el proyecto de Dios en favor del hombre. La Ley no es un yugo opresivo, sino liberador. La Ley no es imposición, sino don. ¿Quién es Jesús para interpretar la Ley así? Es alguien que tiene más autoridad que el Rey David, es el Hijo de Hombre, dueño y Señor de la enfermedad y del pecado y del sábado y de la Ley.

¿Vivo las enseñanzas de Jesús como imposición o como don? ¿He descubierto que el plan de Dios es la total felicidad de la persona humana? ¿De qué manera santifico el Día del Señor?

Categories: Evangelio diario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Valoración*