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Lucas 7, 31-35: ¡Les Tocamos La Flauta, Y No Bailaron! ¡Entonamos Cantos Fúnebres, Y No Lloraron!

15 de Setiembre 2021     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

Dijo el Señor:
¿Con quién puedo comparar a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se dicen entre ellos: ¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!
Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen: “¡Tiene un demonio!” Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “¡Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores!” Pero la Sabiduría ha sido reconocida, como justa por todos sus hijos. 

Palabra del Señor.

Reflexión

Desde el versículo 18 hasta el 35 del capítulo siete, San Lucas presenta una sección dedicada a mostrar cuales son los roles de Juan Bautista y Jesús de Nazaret en plan salvífico de Dios. Después de la resurrección del hijo de la viuda Jesús recibe a unos discípulos de Juan el Bautista y a propósito de eso define a Juan como profeta y aún más que un profeta, validándolo ante la gente como enviado de Dios, y proclamando que quienes lo escucharon (inclusos los publicanos) reconocieron la justicia de Dios y quienes lo rechazaron (los fariseos y maestros de la Ley) frustraron el designio de Dios para ellos. En este contexto el Maestro dice la parábola de los muchachos de la plaza para confrontar a la gente de “esta generación”, o sea los fariseos y escribas que se niegan a abrir su corazón al Mesías de Dios; la comparación hecha se basa “en la obstinación infantil en hacer lo que les da la gana”. En efecto la parábola desenmascara la hipocresía y dureza de corazón de los oponentes de Jesús, los cuales, cuando vino Juan el Bautista lo rechazaron porque no comía pan ni bebía vino (como los muchachos que no lloraron con los cantos fúnebres), ya que es conocido su estilo ascético riguroso; y cuando vino Jesús lo rechazaron porque come y bebe (como los muchachos que no bailaron con la música de la flauta), ya que con la comida Jesús entraba en comunión con todos: puros e impuros. Los fariseos y escribas pecan contra el Espíritu Santo, porque rechazan a los enviados de Dios, al Bautista por un motivo y al Señor por otro (Dt 21,20), pero los hijos (los que si escucharon al profeta y al Mesías) reconocieron la justa sabiduría (Sb 6,12-16) del plan de Dios.

¿Qué diferencias encuentro yo entre la predicación de Juan Bautista y la de Jesús? ¿Acepto de corazón el mensaje de Jesús? ¿Hay algo de Jesús que me cueste aceptar?

Categories: Evangelio diario

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