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Marcos 6, 1-6: Un profeta es despreciado solamente en su pueblo

3 de Febrero 2021     Freddy Araya    

04-11-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Jesús se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: “¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos? ¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?” Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo.
Por eso les dijo: “Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa”. Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de sanar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos. Y Él se asombraba de su falta de fe.
Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente.

Palabra del Señor.

Reflexión

San Marcos nos trae hoy la conclusión de la sección de su evangelio en la que se ha dedicado a presentar a Jesús haciendo prodigios para provocar la fe de sus discípulos; después de los cuatro milagros marrados, el Señor deja la rivera del Mar de Galilea y se dirige tierra adentro hacia su aldea de Nazareth; estando allí, según su costumbre fue a la sinagoga el sábado y haciendo uso de su derecho como judío adulto se levantó para hacer la lectura y para luego enseñar. Los que lo escuchan no pueden creer que Jesús esté enseñando, pues lo conocen desde pequeño; la gente de su pueblo se cierra a toda posibilidad de que Dios pueda actuar en lo simple y ordinario de cada día, como en la palabra de uno de sus vecinos. Entonces se cuestionan y lo cuestionan por su enseñanza, diciendo a modo de burla: pero si es el hijo del carpintero, incluso el uso de “hijo de María” para referirse a Jesús podría ser un insulto, ya que normalmente se nombraba a la persona en relación con su padre, es decir, “hijo de José”. Marcos dice que sus vecinos ven a Jesús como una piedra de tropiezo (motivo de escándalo), por eso le rechazan. Es tan fuerte el rechazo que Jesús no pudo hacer allí ningún milagro, a causa de su falta de fe. Así termina esta sección con la oposición de sus vecinos, tal como la sección anterior había terminado con el siniestro rechazo de fariseos y herodianos.

¿Reconozco la actuación de Dios en las cosas simples de cada día? ¿En qué nivel está mi fe en el Señor Jesús? ¿Estoy dispuesto (a) a seguir a Cristo Jesús, a pesar del rechazo que sufre de parte de muchas personas hoy día? 

Categories: Evangelio diario

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