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Lucas 14, 1a. 15-24: Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente

3 de Noviembre 2020     Freddy Araya    

banquete del Reino

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos.
Uno de los invitados le dijo: “¡Feliz el que se siente a la mesa en el Reino de Dios!”
Jesús le respondió: “Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente. A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: «Vengan, todo está preparado». Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo: «Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes». El segundo dijo: «He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes». Y un tercero respondió: «Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir».
A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, y éste, irritado, le dijo: «Recorre enseguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos».
Volvió el sirviente y dijo: «Señor, tus órdenes se han cumplido y aún sobra lugar».
El señor le respondió: «Ve a los caminos y a lo largo de los cercados, e insiste a la gente para que entre, de manera que se llene mi casa. Porque les aseguro que ninguno de los que antes fueron invitados ha de probar mi cena”.

Palabra del Señor.

Reflexión

Retomamos hoy la lectura del Evangelio según San Lucas. Seguimos en la narración de la cena a la cual fue invitado Jesús por un jefe de una sinagoga en un sábado. En este contexto el Señor narra la parábola de los invitados que se excusan. Esta parábola hace referencia al Banquete Celestial, o sea a la salvación definitiva, para el cual las invitaciones ya están extendidas. El protocolo de Oriente Medio exigía una segunda invitación, que es la que el sirviente procede a realizar, rechazar esta segunda invitación era una afrenta gravísima a la amistad y, justamente eso es lo que pasa, los invitados se niegan a asistir al banquete dando excusas. Tengamos presente que el sirviente que invita es Jesús y los invitados que se excusan son los dirigentes del pueblo de Israel. Por eso el dueño de casa (Dios Padre) manda buscar a las personas que los dirigentes de Israel despreciaban: los pobres, los lisiados, los ciegos, los paralíticos, o sea los marginados, los humildes, los pecadores, etc. Pero también manda que inviten a las gentes que están por los caminos y cercos, es decir, los que están fuera de la ciudad: esta es la invitación a los paganos para que entren en la salvación preparada por Dios, porque “Él quiere que todos se salven” (1 Tm 2,4).

¿He aceptado la invitación del Señor a entrar en el Reino de los Cielos? ¿Ayudo a otros para que conozcan la llamada del Señor y entren en su salvación? ¿He caído en el error de los israelitas de despreciar a los humildes, marginado y pecadores?  

Categories: Evangelio diario

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