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Lucas 4, 38-44: También a las otras ciudades debo anunciar el Evangelio, porque para eso he sido enviado.

4 de Setiembre 2019     Freddy Araya    

08-02-19

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Al salir de la sinagoga, Jesús entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y ésta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos.
Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y Él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. De muchos salían demonios, gritando: “¡Tú eres el Hijo de Dios!” Pero Él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías.
Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero Él les dijo: “También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado”.
Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea.
Palabra del Señor.

Reflexionemos

Hoy, el evangelio nos habla de asuntos distintos. Hoy se nos sitúa en la ciudad de Cafarnaún, donde Jesús va a realizar una de las dos acciones principales a través de las cuales hace visible su proyecto liberador: enseñar y curar. En primer lugar, Jesús restaura la vida para el servicio. Después de participar en la celebración del sábado, en la sinagoga, Jesús entra en casa de Pedro y cura su suegra. La curación hace que ella se ponga inmediatamente de pie. Una vez recuperadas la salud y la dignidad, la suegra de Pedro se pone al servicio de las personas. Pero Jesús, no solamente cura, sino que cura para que la persona se ponga al servicio de la vida. Sin embargo, la escena es diversa y se amplía con otros acontecimientos: Jesús acoge y cura a los marginados, es decir, reconoce y plantea la amplitud de su misión, porque para eso ha sido enviado.

Jesús mantenía viva la conciencia de su misión. Como cristiano o cristiana que soy, ¿tengo conciencia de alguna misión o vivo sin misión?

Categories: Evangelio diario

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