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Mateo 14, 13-21: Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, sanó a los enfermos

5 de Agosto 2019     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

Al enterarse de la muerte de Juan el Bautista, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie. Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, sanó a los enfermos.
Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: “Éste es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos”.
Pero Jesús les dijo: “No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos”.
Ellos respondieron: “Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados”.
“Tráiganmelos aquí”, les dijo.
Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud.
Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

Palabra del Señor.

Reflexión

La compasión está muy presente en la vida de Jesús, es el motor de su acción. El contemplar las necesidades de las muchedumbres hace surgir en él gestos de aproximación a quienes sufren para aliviar su sufrimiento. Hoy es el hambre el que ocasiona ese diálogo entre Jesús y sus discípulos. Así, El Señor, asume esa necesidad urgente y responde a ella con el milagro. El episodio del Evangelio de hoy, nuevamente nos invita a reflexionar sobre lo que de verdad necesitan los que nos rodean, nuestros hermanos y hermanas. Hoy, al celebrar el día del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, no podemos dejar de agradecer a Dios, por su misericordia y amor, por su compromiso y entrega, expresado en el testimonio de aquel pequeño grupo de las primeras hermanas, que sortearon todo tipo de dificultades hasta concretar el precioso sueño de su comunidad religiosa, del Instituto, que tuvo como fundador a Don Bosco y como cofundadora y primera entre las hermanas a Santa María Mazzarello. Los 147 años que hoy celebran son un testimonio claro de la presencia de Jesús que no es indiferente a nuestra realidad y que el en servicio de tantas y tantos, se hace visible. Feliz día!!.

Con sencillez preguntémonos hoy: ¿Me esfuerzo por realizar gestos de solidaridad hacia los que están cerca de mí, compartiendo el camino de la vida? Ante los problemas concretos de mis amigos o parientes, ¿se ofrecer mi ayuda y mi disponibilidad a colaborar para encontrar vías de solución? ¿Conozco a alguna Hija de María Auxiliadora a quien agradecer hoy su servicio y entrega?

Categories: Evangelio diario

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