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Mateo 9,18-26: Mi hija acaba de morir, pero ven y vivirá

8 de Julio 2019     Freddy Araya    

19-09-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

Se presentó a Jesús un alto jefe y, postrándose ante Él, le dijo: “Señor, mi hija acaba de morir, pero ven a imponerle tu mano y vivirá”. Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entonces se le acercó por detrás una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto, pensando: “Con sólo tocar su manto, quedaré sana”. Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: “Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado”. Y desde ese instante la mujer quedó sana.
Al llegar a la casa del jefe, Jesús vio a los que tocaban música fúnebre y a la gente que gritaba, y dijo: “Retírense, la niña no está muerta, sino que duerme”. Y se reían de Él. Cuando hicieron salir a la gente, Él entró, la tomó de la mano, y ella se levantó. Y esta noticia se divulgó por aquella región.
Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy, el evangelio nos invita a admirar dos magníficas manifestaciones de fe. Tan magníficas que merecieron conmover el corazón de Jesús y provocar —inmediatamente— su respuesta. ¡El Señor no se deja ganar en generosidad! Jesús es dócil a la gente. En el episodio que se nos comparte hoy, no le exige al hombre que lo deje terminar el discurso. Tampoco lo acusa de interrumpir una predicación que, quizás, podría llevar a la conversión a mucha gente. A Jesús le interesa la actitud interior de las personas, la confianza, el amor. Porque de ahí surge el milagro. En este caso lo que valora es la fe del personaje y de la mujer que padece hemorragias. Es la que fe la que cura, la que da vida, la que salva. Y que en este caso restituye la vida de dos mujeres, una adulta y la otra una adolescente. Mantener una fe honda que compromete la vida es más importante que el milagro, o es el milagro más importante y necesario. En el Evangelio se dice que con fe todo se consigue, hasta mover montañas.

A la luz del evangelio de hoy, preguntémonos: ¿Quiénes son las personas que están sufriendo y siendo excluidas de nuestra comunidad hoy? ¿Qué milagro del Señor se requiere? ¿Cómo está nuestra fe, es de la que genera vida y dignidad?

Categories: Evangelio diario

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