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Marcos 3, 7-12: ¡Tú eres el Hijo de Dios! – San Francisco de Sales

24 de Enero 2019     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea. Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.
Porque, como sanaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre Él para tocarlo. Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: “¡Tú eres el Hijo de Dios!” Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.
Palabra del Señor.

Reflexión

En el Evangelio de Marcos encontramos a un Jesús evitando la fama, ante un movimiento popular inmenso, huyendo del gentío que lo sigue porque cura, ilusiona, anima, libera del mal… Son muchos los excluidos que han visto resultados, obras, señales prodigiosas. Algunos obtienen soluciones o ventajas personales porque Jesús, les soluciona sus problemas, pero le abandonan cuando no cumple sus planes u objetivos. Muchas veces a nosotros también nos pasa que queremos de manera inmediata que se nos alivie el dolor, el sufrimiento, poder vencer nuestras debilidades sin encontrar la verdadera razón de nuestro encuentro con Jesús. Por eso, debemos recordar que, aunque El Señor se compadece de la gente, no quiere una relación donde prime la inmediatez superficial y ocasional de cada encuentro; debemos procurar ir creciendo en profundidad, donde no sólo el interés útil prime, sino una relación más sana y auténtica que culmina muchas veces en esa salud que necesitamos. Necesitamos ser discípulos.

Hoy, en el recuerdo de unos de los seguidores de Jesús en la historia –Francisco de Sales- pidamos al Señor seguirlo como discípulo-misionero y que a ejemplo de este santo patrono de la Familia Salesiana, tratemos, sobre todo, de vivir la bondad, la amabilidad que este pastor supo testimoniar.

Categories: Evangelio diario

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