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Marcos 6, 45-52: Soy yo, no teman

9 de Enero 2019     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Después que los cinco mil hombres se saciaron, enseguida Jesús obligó a sus discípulos a que subieran a la barca y lo precedieran en la otra orilla, hacia Betsaida, mientras Él despedía a la multitud. Una vez que los despidió, se retiró a la montaña para orar.
Al caer la tarde, la barca estaba en medio del mar y Él permanecía solo en tierra. Al ver que remaban muy penosamente, porque tenían viento en contra, cerca de la madrugada fue hacia ellos caminando sobre el mar, e hizo como si pasara de largo.
Ellos, al verlo caminar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar, porque todos lo habían visto y estaban sobresaltados. Pero Él les habló enseguida y les dijo: “Tranquilícense, soy Yo; no teman”. Luego subió a la barca con ellos y el viento se calmó.
Así llegaron al colmo de su estupor, porque no habían comprendido el milagro de los panes y su mente estaba enceguecida.
Palabra del Señor.

Reflexión

En el Evangelio de hoy Jesús se revela como un Dios poderoso, que se despliega fuera de los límites de la naturaleza. Jesús viene hacia los discípulos sobre las olas, para manifestarles algo desde siempre válido: como Dios se abre camino por encima de las olas, así triunfa con su venida Jesús sobre el vendaval. Jesús los invita a creer y a esperar. Sin embargo, muchas veces nuestra actitud es similar a la que tienen los apóstoles: seguimos teniendo miedo, o miedos. Es que a Dios no siempre se le ve. Hay muchas tormentas en nuestra vida. Pero el evangelio hoy nos muestra que Dios siempre está con nosotros, que «viendo nuestros esfuerzos» por alcanzar la orilla, se pone en camino para rescatarnos y llevarnos a puerto seguro. Por eso, una y otra vez el mismo Jesús viene a nuestro encuentro, para que podamos seguir remando. Lo hace en su Palabra, en los sacramentos, en la oración personal, en la presencia de los otros… Basta con abrir el corazón, para que Él lo ocupe. ¿Te atreves?

¡Noche, mar agitado, viento contrario! Este es parte del escenario que nos trae el Evangelio hoy ¿Nos hemos sentido así alguna vez? ¿Qué hiciste para vencer el miedo? ¿pudiste reconocer la presencia del Señor en estos momentos?

Categories: Evangelio diario

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