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Marcos 6, 34-44: “Cinco panes y dos pescados”.

8 de Enero 2019     Freddy Araya    

06-12-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Éste es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a los campos y poblaciones cercanos a comprar algo para comer”.
Él respondió: “Denles de comer ustedes mismos”.
Ellos le dijeron: “¿Tendríamos que ir a comprar doscientos denarios de pan para dar de comer a todos?”
Jesús preguntó: “¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver”.
Después de averiguarlo, dijeron: “Cinco panes y dos pescados”.
Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta.
Entonces Él tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente.
Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres.
Palabra del Señor.

Reflexión

La compasión y amor de nuestro Dios al ver a sus hijos como ovejas sin pastor, hace que se olvide de sí; aun cansado sigue enseñándoles, les instruye con calma. Tanto es así que les llegó la noche. Los discípulos, en sus razonamientos, tenían una solución para que no pasen hambre: que vayan a las aldeas cercanas a comprar. No se molestan en preguntar al maestro buscando una solución, sino que han hecho sus razonamientos y van hacía Él, a manifestar lo que han decidido. ¡Cuántas veces no somos de estos discípulos que van al Señor a decirle lo que tiene que hacer! Hoy El Señor nos sigue invitando a implicarnos, a ponernos en movimiento, a no permanecer indiferentes ante la situación de sus hermanos, aquellos que sufren o se pierden por no tener quién les hable de Dios. Podemos y debemos ayudarlos con lo que somos y tenemos. ¡Señor Jesús, Pan para la vida del mundo! Enséñanos a descubrir siempre tu presencia y tu accionar en todos los acontecimientos pequeños y grandes de nuestra vida.

Jesús olvida el descanso para poder servir a la gente. ¿Qué nos dice todo esto a nosotros hoy?

Categories: Evangelio diario

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