+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús se dirigió a los sumos sacerdotes y fariseos, diciendo esta parábola:
El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero éstos se negaron a ir.
De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: “Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas”. Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: “El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren”.
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. “Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?” El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: “Átenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes”.
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.
Palabra del Señor.
Reflexión
El evangelio de hoy narra la parábola del banquete… Nos encontramos con una parábola de difícil interpretación en todos sus detalles, en los que no podemos entrar en estas pocas líneas: la reacción fuerte del rey ante los que no quisieron aceptar su invitación, el castigo intenso del que entró sin el traje de fiesta… Jesús pronunció esta parábola en Jerusalén. Sabía que allí sería rechazado, como lo habían sido siglos antes los profetas. A pesar de la negativa de los primeros invitados, Dios sigue llamando e invitando a las personas. Jesús invita a este banquete porque sabe que ahí está el camino de salvación para todo hombre de todos los tiempos, ahí encontrará cualquier hombre el camino de vivir con sentido, con esperanza, con alegría. El banquete se realizará; la fiesta del Reino se celebrará, porque el Padre quiere que su casa reúna a toda clase de gente, sin embargo las personas tenemos la capacidad y la libertad de aceptar el regalo de Jesús o de rechazarlo.
A la luz del texto preguntémonos ¿Cuáles son los motivos que hoy limitan la participación de muchas personas en la sociedad y en la iglesia? ¿Cuáles son los motivos que ciertas personas alegan para excluirse del deber de participar en la comunidad? ¿Son motivos justos?