“Señor Dios,
te respeto en tu misterio de ser Dios
y en tu misterio de la salvación de hombres y mujeres,
y de los caminos que tienes para que vivamos tu Reino.
Pero ya que me has hecho conocer el camino de Jesús, tu Hijo,
camino de “abajamiento” y servicio, camino de solidaridad radical,
hasta dar la vida por cada persona,
te pido que me pongas en su mismo camino.
Tú sabrás por dónde llevas a las demás personas,
pero a mí, si así lo quieres, ponme con tu Hijo,
tal como él viviría hoy.”
¿Qué le dices al Señor antes de finalizar el día?