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Juan 10, 31-42: Los judíos tomaron piedras para apedrear a Jesús.

23 de Marzo 2018     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 10, 31-42
Los judíos tomaron piedras para apedrear a Jesús.
Entonces Jesús dijo: “Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?”
Los judíos le respondieron: “No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios”.
Jesús les respondió: “¿No está escrito en la Ley de ustedes: «Yo dije: Ustedes son dioses»?
Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser anulada- ¿cómo dicen: ‘Tú blasfemas’, a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: ‘Yo soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y Yo en el Padre”.
Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero Él se les escapó de las manos.
Jesús volvió a ir al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan Bautista había bautizado, y se quedó allí. Muchos fueron a verlo, y la gente decía: “Juan no ha hecho ningún signo, pero todo lo que dijo de este hombre era verdad”. Y en ese lugar muchos creyeron en Él.
Palabra del Señor.

Reflexión

Este es uno de los textos en que Juan acentúan la tensión dramática entre la revelación progresiva que Jesús hace del misterio y, por otro, la cerrazón progresiva de parte de los judíos que se vuelven cada vez más impenetrables al mensaje de Jesús. Lo trágico de esta cerrazón es que se hace en nombre de la fidelidad a Dios. Rechazan a Jesús en nombre de Dios. Esta manera que Juan tiene de presentar el conflicto entre Jesús y las autoridades religiosas no es sólo algo que aconteció en el pasado, es un espejo de lo que en ocasiones acontece hoy, desde visiones fundamentalistas que se cierran y no favorecen el diálogo. Los judíos ya quieren apedrear a Jesús porque se hace Dios, no quieren ver la Luz de sus obras; permanecen en la ceguera de su rechazo y de su inmovilismo; su falta de fe les impide ver en las obras de Jesús lo que es más valioso para Dios: la misericordia, el perdón, la liberación de los oprimidos, el amor al prójimo como alma del culto en el Templo. Por eso podemos decir que sólo pueden conocerle los que están abiertos a la fe.
La cuaresma es un tiempo importante para pararse y preguntarse cuál es la imagen de Dios que habita en nuestro ser. Mirando el evangelio, los judíos condenan a Jesús en nombre de Dios, en nombre de la imagen que tienen de Dios. ¿Condeno a alguien en nombre de Dios?

Categories: Evangelio diario

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