Loading

Lo macro y lo micro. Pedro Arrupe SJ.

17 de Noviembre 2017     Joaquín Castro    

17-11-2017

0
Compartidos
0

La humanidad está situada en el universo, y el universo en las manos de Dios. Los
Premios Nobel de este año se han dado quienes han logrado rastrear la huella de la
primera gran explosión, el “big bang”, en que hace 20.000 millones de años tuvo
comienzo la materia -sin nada conocido preexiste, al decir de los científicos-, dando así
mismo a la creación y a las nociones de espacio y tiempo. Por una expansión cifrada
en 2 millones de millas por hora, el universo ha llegado ya dimensiones que exceden
los 20.000 millones de años luz. El número de galaxias es del orden de 10.000
millones. Una de ellas – no necesariamente la mayor- es la Vía Láctea, que agrupa
cientos de millones de estrellas. Nuestro sol es una de ellas. La más próxima, Alfa
Centauro, está a 4 años luz (38 x 1.000.000.000.000 kms.). En torno al sol gira nuestra
tierra, este pequeño grano de polvo cósmico que es cuna y sepultura de algo más
pequeño todavía, el hombre, y a donde vino a encarnarse el Hijo de Dios. “Los cielos
proclaman la gloria de Dios” (Ps 18,2).
Si el macrocosmos, escenario en que casi desaparece el hombre, nos abrumo con su
inmensidad, el microcosmos nos sorprende más aún con su maravilla: por escalones
descendentes bajamos a la molécula, al átomo. Y el átomo resulta ser un gigante: su
radio es 100.000 veces mayor que el de su núcleo, y el núcleo es a su vez un universo
en que se incuba la fuerza de la materia y la anti-materia sobre sillares misteriosos,
partículas y antipartículas, algunas de las cuales no duran más que la cientrillonésima
parte de un segundo (23 ceros en el divisor de un segundo).
20.000 millones de años lleva expandiéndose ese hervidero de la creación. Y
solamente 3 millones y medio de antigüedad tiene el ser más remoto al que podemos
calificar de humano. “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?” (Ps 8,5). ¿Qué
significado tiene el hombre en el conjunto de la creación y qué puesto corresponde a
la redención en la historia del hombre?. Si representamos los 20.000 millones de años
de años transcurridos desde el origen del universo en un segmento lineal de 20
kilómetros, a cada mil años corresponde un milímetro. El origen del hombre, en ese
segmento de 20 kilómetros, habría que fijarlo a tres metros y medio del final. La
Redención de Cristo en los dos últimos milímetros, más un milímetro escaso para el
Antiguo Testamento.

¿A qué te invita el Señor al finalizar el día?

Categories: Buenas Noches

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Valoración*