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Juan 3, 1-8

24 de Abril 2017     soporte    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables entre los judíos. Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: «Maestro, sabemos que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él».
Jesús le respondió: «Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios».
Nicodemo le preguntó: «¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?».
Jesús le respondió: «Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: «Ustedes tienen que renacer de lo alto».
El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu.»

Reflexiona

“Quien no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios”, dijo Jesús a Nicodemo. Y nosotros podemos agregar: no puede reconocer, entonces, que ese Reino se hizo presente en Jesús, ni puede verlo presente y actuante en el mundo de hoy. Para lograr percibirlo hay que abrirse y dejarse instruir por el Espíritu Santo. Por lo tanto, una condición para ser testigo real de Jesús es ser dócil al Espíritu Santo. ¿Lo eres?

Categories: Evangelio diario

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