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Lucas 13, 1-9

22 de Octubre 2016     soporte    

22-10

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. El respondió:
¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera.»
Les dijo también esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: «Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?» Pero él respondió: «Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás.»»

Reflexionamos

Tal como gritaba Juan Bautista en el desierto, hoy Jesús pregunta acerca de los frutos de nuestra conversión. Es decir, después de todo lo que sabemos de Jesús, de su mensaje, después de todo lo que hemos vivido, ¿ha habido un cambio en nuestras vidas? ¡Cuántas personas han escuchado la mitad de lo que hemos escuchado nosotros acerca del Evangelio, y han cambiado mucho más de vida! Es cierto que muchas personas quisieran tener a su alcance los medios que tenemos para crecer en la fe. Dios tiene paciencia y busca diversos medios para “abonar” esta planta o árbol que somos cada uno de nosotros. Incluso sabe del bien que causa una buena poda y la permite, aunque a veces nos duela. Pero el tiempo corre inexorablemente y se acerca la hora en que se decidirá si nuestra vida, como la higuera de la parábola, merece ser cortada o no. ¿Qué respondes en tu caso? ¿Vas a dar frutos?

Categories: Evangelio diario

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