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Quien se humilla será enaltecido

24 de Setiembre 2016     soporte    

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Le atentamente, Lucas 18, 9-14.

Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás. «Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros, o como ese publicano… ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.”
Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador.”
Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado y el que se humilla será enaltecido.»

• El fariseo era un hombre religioso que ”se tenía por justo y despreciaba a los demás”. Cumple rigurosamente la ley judía, despreciando en su soberbia a quienes no la cumplían del mismo modo. Olvidaban que la ley está al servicio del hombre y de su salvación.

• El publicano era un hombre marginado por su pueblo, en razón de cumplir su oficio de cobrador de impuestos para el Imperio Romano de manera tramposa y engañosa. Pero en el texto leído, su oficio no encaja con el testimonio de su alma; reconoce con humildad su pecado ante Dios.

¿Qué te hace sentir la lectura de este texto?
¿Qué le dices tú al Señor al finalizar este día?

Categories: Buenas Noches

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