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Lucas 11, 5-13: Pidan y se les dará.

11 de Octubre 2018     Freddy Araya    
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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

Jesús dijo a sus discípulos:
Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: “Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle”, y desde adentro él le responde: “No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos”.
Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.
También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!
Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy Jesús enseña que debemos rezar con fe e insistencia, sin desfallecer y como de costumbre, cuando tiene algo importante que enseñar, recurre a una comparación, a una parábola. Hoy a través de una curiosa historia curiosa con la que en definitiva, se nos presenta una clara propuesta que esboza el programa de un verdadero seguidor de Jesús mediante tres verbos sencillos: pedir, buscar, llamar. Si a estos verbos se les añade el adverbio «insistentemente», podemos decir que el programa está trazado. “Pedir” supone reconocer que no tenemos todo lo que necesitamos, tomar conciencia de nuestros límites, admitir que Alguien tiene más que nosotros. “Buscar” aquello que pedimos implica admitir que hay un tesoro por el que merece la pena arriesgarse, desafiándonos a movilizarnos y acrecentar la esperanza. “Llamar” a todas las puertas posibles, la de Dios y la de nuestros hermanos/as, con la confianza de que vamos a ser escuchados, para que nos ayuden en el camino emprendido. Por último, “insistentemente” significa todos los días, a todas horas, no sólo en ciertos momentos críticos.
En nuestro caminar cotidiano y en nuestra oración, ¿rezo con la convicción de que voy a recibir algo? ¿qué pido? ¿qué busco? ¿a quién llamo?

Categories: Evangelio diario

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