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Juan 7, 1-2. 10. 14. 25-30: Pero nosotros sabemos de dónde es éste.

16 de Marzo 2018     Freddy Araya    

21-11-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan Juan 7, 1-2. 10. 14. 25-30
Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo.
Se acercaba la fiesta judía de las Chozas. Cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también Él subió, pero en secreto, sin hacerse ver. Promediaba ya la celebración de la fiesta, cuando Jesús subió al Templo y comenzó a enseñar.
Algunos de Jerusalén decían: “¿No es éste Aquél a quien querían matar? ¡Y miren como habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde es éste; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es”.
Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: “¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy?
Sin embargo, Yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen.
Yo sí lo conozco, porque vengo de Él y es Él el que me envió”.
Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre Él, porque todavía no había llegado su hora.
Palabra del Señor.

Reflexión

La cuaresma es tiempo de superar las imágenes falsas de Jesús que nos satisfacen, pero impiden la verdadera conversión. No es Él quien tiene que convertirse a nuestras expectativas, somos nosotros los que tenemos que configurar nuestra existencia a su vida, a sus palabras y acciones. Hoy, la Palabra de Dios nos vuelve a cuestionar, no deja de interpelarnos, porque en ocasiones nos dejamos arrastrar por informaciones falsas e incompletas, prejuicios y malentendidos acerca de alguien; esto es lo que aparece en el Evangelio, pues algunos de Jerusalén decían: “¿No es éste Aquél a quien querían matar? ¡Y miren como habla abiertamente y nadie le dice nada! Que a la luz de este mensaje, no dejemos de entrar en una dinámica de permanente conversión, que no nos acostumbremos a una imagen construida de Jesús y nos esforcemos siempre por conocerlo más profundamente, para que la fe que profesamos con los labios, la hagamos vida.
Como en el tiempo de Jesús, también hoy hay muchas ideas y opiniones sobre las cosas de la fe. ¿Cómo actúo? ¿Me agarro a las ideas antiguas y me encierro en ellas, o procuro entender el porqué de las novedades?

Categories: Evangelio diario

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