Sigue el camino, tortuoso o recto, que Dios te ha señalado. Pase lo que pase, no lo abandones, porque es el tuyo. Lánzate audaz y alegremente, y cuando tropieces con la única aventura, el don total de Dios, acéptala. Sólo Dios cuenta. Sólo su luz y su amor pueden colmar nuestro pobre corazón, demasiado grande para el mundo que lo rodea. (Guy de Larigaudie) ¿A qué te invita el Señor, al… read more