Todo el mundo la conoce por pública pecadora, pero ella no teme aparecer, a pesar de su fama, en un convite para ponerse a los pies de Jesús. Reconoce así públicamente el amor que le tiene y la confianza en él. No hacen falta palabras. Bastan los gestos a los pies de Jesús. El fariseo se escandaliza. Jesús le dice: “Sus numerosos pecados le quedan perdonados por el mucho amor que demostró”,… read more