Tú nos regalas el perdón. No nos pides negociarlo contigo a base de castigos y contratos. «Tu pecado está perdonado. No peques más. Vete y vive sin temor. Y no cargues el cadáver de ayer sobre tu espalda libre». No nos pides sanear la deuda impagable de habernos vuelto contra ti. Nos ofreces una vida nueva sin tener que trabajar abrumados por la angustia, pagando intereses de una cuenta infinita. Nos perdonas… read more