Había una vez, hace cientos de años en una ciudad de Oriente, un hombre que caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento, se encontró con un amigo. El amigo lo reconoció y le preguntó: Bruno, ¿qué haces con una lámpara en la mano si tú eres ciego? El ciego le respondió: Yo no… read more