Suponed que un criado vuestro trabaja de labrador o de pastor. Cuando vuelve del
campo, ¿quién de vosotros le dice: “Pasa corriendo a la mesa”? No, le decís:
“Prepárame de cenar, ponte el delantal y sírveme mientras yo como; después comerás
tú”. ¿Tenéis que estarle agradecidos porque hace lo que se le manda? Pues vosotros lo
mismo: cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: “No somos más que unos
pobres criados, hemos hecho lo que teníamos que hacer”.
¿Qué me dice el Señor Jesús hoy?