Si la piedra dijese “una piedra no puede construir una casa”, no habría casa. Si la gota dijese “una gota no puede formar un río”, no habría océano. Si el grano dijese “un grano no puede sembrar un campo”, no habría cosecha. Si el ser humano dijese “un gesto de amor no puede salvar a la humanidad”, nunca habría justicia, ni paz, ni dignidad, ni felicidad sobre la tierra.
(Raúl Berzosa)
¿Qué le dices al Señor al terminar el día?